Porque el “ya hablará” no sirve: el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

Porque el “ya hablará” no sirve: el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

En no pocas ocasiones se minimiza este trastorno con expresiones como “ya hablarᔓcada niño tiene su ritmo” o “el hijo de mi amiga a su edad no hablaba y ahora… ¡habla por los codos!”. Es importante comprender que estas bienintencionadas opiniones pueden perjudicar mucho al niño con TEL, ya que retrasarán la detección y la intervención. Si existen sospechas de que puede tener este tipo de trastorno, es necesario buscar ayuda de forma temprana.

El Trastorno Específico del Lenguaje es una de las condiciones que más está dando que hablar en la comunidad científica. Actualmente sabemos que es un trastorno que afecta de forma concreta en las habilidades lingüísticas y que afecta gravemente al desarrollo de los niños y niñas que lo padecen si no se realiza una intervención adecuada. ¿Piensas que tu hijo/a podría presentar este trastorno? ¡Te animamos a despejar dudas!

¿Qué es el Trastorno Específico del Lenguaje?

El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL, en adelante) es un trastorno que afecta a la adquisición y desarrollo de las habilidades lingüísticas, y que causa un deterioro significativo en la vida comunicativa, social y emocional del niño. Existen varios tipos de TEL en función de si afectan a la comprensión (TEL comprensivo), a la expresión (TEL expresivo) o a ambos (TEL mixto).

Es un trastorno genético y persistente, que afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios y se prolonga hasta la edad adulta, con frecuencia dejando numerosos déficits que podrían haber sido notablemente mejorados de haberse realizado una detección y atención temprana.

 

¿TEL o retraso del lenguaje?

Es necesario remarcar que no estamos ante un simple retraso del lenguaje. El TEL se califica como un trastorno grave del desarrollo. Si bien los niños con TEL evolucionan con el tiempo, siendo su curva de aprendizaje ascendente, como la de cualquier niño, el retraso en la adquisición del lenguaje viene seguido de un patrón distinto del desarrollo lingüístico. Dicho en otras palabras, utilizar la palabra retraso es un error, ya que implicaría que el niño con TEL podría alcanzar al resto de niños de su edad en un determinado momento, y esto no es así. Los niños con este tipo de afectación aprenden el lenguaje con numerosas dificultades y de una manera cualitativamente distinta respecto a un niño con un desarrollo normal.

En no pocas ocasiones se minimiza este trastorno con expresiones como “ya hablarᔓcada niño tiene su ritmo” o “el hijo de mi amiga a su edad no hablaba y ahora… ¡habla por los codos!”. Es importante comprender que estas bienintencionadas opiniones pueden perjudicar mucho al niño con TEL, ya que retrasarán la detección y la intervención. Si existen sospechas de que puede tener este tipo de trastorno, es necesario buscar ayuda de forma temprana.

 

¿Hay muchos niños con TEL?

La realidad es que sí, aunque seguramente no habrás oído hablar demasiado de ellos. En los últimos años se ha venido aumentando la concienciación respecto a este trastorno, lo cual ha hecho que el TEL sea más conocido por las familias y los profesionales y adquiera una presencia más notoria en nuestras aulas y gabinetes. Los estudios sitúan la prevalencia para el TEL entre el 2% y el 7% de la población escolar, pero dado el aún gran desconocimiento imperante, los diagnósticos no representan a los casos reales de TEL.

 

¿Cómo puedo reconocer a un niño con TEL?

Las características del TEL pueden variar mucho de un niño a otro. El TEL se materializa en dificultades en uno, varios o todos los componentes del lenguaje (fonología, morfosintaxis, semántica, pragmática). Además, es un trastorno que se puede manifestar en distintos grados de severidad, por lo que puede haber niños con TEL con afectaciones mayores a otros.

Muchas veces se denomina al TEL como un trastorno “invisible” ya que los niños con este trastorno hablan y sus problemas no siempre van a resultar evidentes. Es un error pensar que una persona con TEL no tiene habla. Esto puede ocurrir en las primeras etapas, cuando existe un importante retraso del lenguaje, pero acaban adquiriendo y utilizando la herramienta lingüística.

Antes comentábamos que los niños con TEL evolucionan y aprenden, por lo que sus problemas del lenguaje serán diferentes según su lenguaje se va desarrollando.

Señales de alarma en 2º ciclo de Educación Infantil (3-5 años)

Son niños con ausencia del lenguaje o con un importante retraso en el mismo. Son niños que suelen llamar la atención por sus escasas manifestaciones verbales o por un uso inmaduro de la construcción de frases en comparación con los niños de su edad.

  1. Errores graves en la pronunciación de algunos fonemas. Es curioso que los niños con TEL tienen dificultades para la ejecución fonética en algunas palabras (en lugar de “casa” pueden decir “tasa”) pero sí pueden repetir las sílabas de forma aislada (pueden repetir “ta” y “ca” si el adulto se lo pide).
  2. El habla, además, suele ser ininteligible.
  3. Uso muy pobre de las flexiones verbales.
  4. Presentan serias dificultades para articular palabras largas y repetir palabras nuevas.
  5. Construye oraciones simples (2 o 3 palabras) y tiene serias dificultades en el uso y la comprensión de pronombres personales y posesivos.
  6. Presentan un vocabulario pobre y la adquisición de nuevas palabras es lenta.
  7. Dificultades en la comprensión que hacen que no respondan a las preguntas, que no hagan lo que se les manda, etc.
  8. Uso excesivo de “esto”, “eso”, en lugar de las palabras correctas para designar lo que quiere.
  9. Uso excesivo de gestos para suplir las carencias del lenguaje.
  10. Presentan bajos niveles de atención auditiva que pueden crear confusión al pensar en la existencia de autismo o problemas de audición.

Características de los niños con TEL en los primeros cursos de Educación Primaria (6-7 años)

  1. Serias dificultades fonológicas que arrastra desde Educación Infantil.
  2. Persistencia en las dificultades de pronunciación de las palabras largas.
  3. Problemas en la conciencia fonológica (dificultades para segmentar las palabras, articular las sílabas por separado, contar palabras de una frase, etc.).
  4. Vocabulario escaso y dificultades en la adquisición de nuevas palabras.
  5. Da “rodeos” para designar objetos y conceptos, diciendo “eso para beber” en lugar de “vaso”.
  6. Dificultad para comprender las instrucciones orales.
  7. Dificultad para comprender términos con distinto significado (polisémicos, por ejemplo, banco) y sinónimos (por ejemplo, marido y esposo).
  8. La sintaxis es inmadura y suelen alterar el orden de las palabras en la construcción de frases.
  9. Utiliza con dificultad los pronombres, las preposiciones y las conjunciones.
  10. Presencia de sobrerregularizaciones (abrido).
  11. Errores de concordancia de género y número (el pájaros, la coche).
  12. Escasas habilidades narrativas, suelen evitar contar cosas cuando se les pregunta “¿Cómo te ha ido el cole?”. Les cuesta contar experiencias propias y realizan explicaciones largas con grandes silencios o uso de muletillas (hmmmm…. Ehhh….).
  13. Pobres habilidades en el establecimiento de turnos, iniciar y mantener conversaciones, cambiar de tema, etc.
  14. Dificultad para autorregularse ante los errores de comunicación.
  15. Comprensión muy literal del lenguaje, teniendo dificultades para comprender los chistes, las frases hechas, los dobles sentidos, etc.

Trastorno ¿Específico? Del Lenguaje

Aunque por definición el TEL es un trastorno específico, ya que se diagnostica al haber dificultades concretas a nivel lingüístico descartando la presencia de déficit intelectual, emocional, lesiones neurológicas u otros trastornos que pudieran explicar mejor las dificultades, lo cierto es que el TEL va mucho más allá del lenguaje.

El problema principal es el lenguaje, sí, pero si tenemos en cuenta lo vital que resulta esta herramienta para nuestra vida, podremos comprender que las dificultades de los niños con TEL pueden extenderse a otras áreas del desarrollo.

Por ejemplo, los niños con TEL suelen tener problemas en las relaciones sociales, ya que sus pobres habilidades para comunicarse con el resto de personas, especialmente con sus iguales, pueden causar dificultades comunicativas, malentendidos, y en muchos casos rechazo y aislamiento.

Además, los niños con TEL experimentan grandes cantidades de frustración derivadas del hecho de que muchas veces no son entendidos aunque se esfuercen, y sus dificultades de comprensión pueden ocasionar malentendidos que causen conflictos con las figuras de autoridad. El resultado es que los niños con TEL pueden presentar problemas de conducta y problemas emocionales, que en numerosas ocasiones se justifican erróneamente por otras razones que no son su dificultad real con el lenguaje.

 

Para terminar

En definitiva, el TEL es un trastorno con gran afectación en la vida del niño, y que requiere una atención precoz y especializada. Es fundamental la realización de un diagnóstico preciso y temprano de cara a diseñar una rehabilitación intensiva y de larga duración que incluye la implicación completa de la escuela y la familia. La calidad de vida en la edad adulta dependerá de la ayuda recibida en las etapas tempranas.

Si reconoces a tu hijo o a tu alumno en las características antes mencionadas es conveniente buscar ayuda profesional, ya que este paso puede marcar una notoria diferencia en la mejora de su desarrollo.